Los Centros Comarcales son un recurso fundamental de descentralización de las funciones propias de la Diputación, dada la extensión de la provincia y el número de núcleos de población. Fueron creados en 1982 con la misión de facilitar a los pueblos la solución de sus problemas a través de estas dependencias sin necesidad de trasladarse hasta la capital. Junto con la Finca de Alovera, la Diputación posee cinco centros comarcales: